Nilda Gait, ginecóloga y Jefa del Departamento de Salud Ambiental del Hospital de Niños (MP: 13283), advirtió que la mayoría de los casos se deben al incremento del uso de braseros para calefaccionarse.
"El año pasado tuvimos de 20 pacientes importantes intoxicados por monóxido y fueron por braseros, cuyo uso se incrementó hace tres o cuatro años", comentó.

En ese sentido, aconsejó que si se usan braseros: "una vez que se caliente el lugar lo tienen que sacar porque aunque haya una sola brasa prendida es suficiente para producir la intoxicación y como no se siente, pueden quedar dormidos y fallecer".

"Caliento el lugar lo saco y dejo una rendija abierta para que no se consuma el aire", agregó.

Y reiteró: "Si se usa hay que sacarlo porque si no se produce la falta de oxígeno y el daño celular y como es silencioso no nos damos cuenta".

Cómo detectar los síntomas:

Gait indicó que "muchas veces se cree que es una intoxicación alimentaria por algo que comimos", y que "los síntomas más comunes son mareos por las náuseas, vómitos".

Al mismo tiempo dijo que mucha gente siente "un dolor en el pecho como una presión, y que no es una falla cardíaca, sino una intoxicación por monóxido, que a medida que avanza puede ser moderada, leve o grave".

Por último subrayó: "Las embarazadas tienen que tener cuidado porque absorbe más el feto este tóxico".

"Ante los síntomas no nos tenemos que quedar en la casa, sino acudir a un centro médico u hospital", enfatizó.

Medidas de prevención

• Mantener el ambiente ventilado una vez encendidos los artefactos a gas, carbón o leña.

• Prestar atención al color de la llama de los artefactos: debe ser azul; si es naranja o colorada, el artefacto debe ser apagado y revisado.

• No dormir con braseros encendidos.

• Las instalaciones a gas deben ser realizadas por gasistas matriculados.

• Una vez al año se deben controlar los artefactos.

• No usar el horno ni las hornallas para calefaccionar.

• No instalar calefones o termotanques a gas en el baño.