Se constató que se trataba de una clase de escorpión que reviste peligrosidad. Si bien todos los escorpiones producen veneno, los de éste genero en particular pueden afectar la salud del ser humano, incluso, siendo potencialmente letales, con mayor riesgo para niños y ancianos.

Según pudo comprobar personal de la Dirección de Zoonosis, el ejemplar hallado se trata de un alacrán Tityus sp, una especie de escorpión ampliamente distribuida en la Argentina que se encuentra preferentemente en ámbitos urbanos y en estrecho contacto con el hombre, dado que habita en galerías subterráneas, sótanos, cañerías, túneles, oquedades de paredes y lugares de características parecidas. En estos lugares, estos arácnidos pueden proveerse de alimento sin mayor competencia y a su vez están libres de otros predadores, con la sola excepción del ser humano.

Para evitar el ingreso de los escorpiones a viviendas y edificios debe realizarse el control de las cámaras subterráneas, cañerías, sótanos y oquedades de las paredes en los que pueden encontrarse. Y principalmente, deben controlarse las entradas y salidas de cañerías, así como las aberturas y hendiduras por donde estos podrían ingresar o moverse entre las diferentes áreas.

Por este motivo, siempre es recomendable proceder al sellado de grietas, la colocación de rejillas adecuadas en los desagües y de tapas adecuadas, utilizar tela mosquitera. No dejar ropa, mochilas u otras pertenencias en el suelo. Se sugiere extremar las medidas de limpieza en todas las áreas para eliminar los insectos como cucarachas que son alimento para estos arácnidos.

Ante un accidente con alacranes, se debe asistir en forma inmediata a un centro de salud cercano, siendo de utilidad llevar el ejemplar o su imagen; de no contar con ello comunicar al personal de salud que esta es una zona donde se han avistado alacranes, para ponerlos en alerta.