El papa Francisco está en la mira de los jihadistas del Estado Islámico (Is), el grupo terrorista que controla territorios en Siria e Irak, que lo acusa de ser "portador de la verdad falsa", alertaron los servicios secretos italianos. La advertencia mundial apareció publicada hoy en la portada del diario italiano Il Tempo, en la que se aseguró que un posible ataque al pontífice argentino forma parte del plan de los extremistas islámicos para entrar en Occidente. "En particular, las fuentes israelíes creen que también está en la mira del Estado Islámico (Is) el papa Francisco, el máximo exponente de la religión cristiana, como 'portador de la verdad falsa'", advirtieron las fuentes de inteligencia militar citadas por el medio. El diario sostuvo que los jihadistas "también planean elevar el nivel de confrontación, golpeando en Europa e incluso en Italia". En la nota se afirmó que con sus nuevos planes el Is se propone superar a Al Qaeda en la capacidad de propagar el terror en el mundo y se alertó sobre "la presencia de conversos occidentales y también jóvenes inmigrantes de segunda generación nacidos en países europeos, que ahora han optado por abrazar el fundamentalismo islámico". El Vaticano no se pronunció sobre estas versiones periodísticas que ponen bajo la lupa la seguridad del Papa, como tampoco lo hizo ante las amenazas anteriores contra la vida del pontífice surgidas de los grupos mafiosos de Italia. No obstante, desde la elección pontificia de Jorge Bergoglio, en marzo de 2013, la Santa Sede acentuó las medidas de prevención contra el terrorismo. En este sentido, la Gendarmería Pontificia reclutó numerosos especialistas en informática y en inteligencia, y la colaboración con los servicios secretos de varios países es intensa. Francisco, sin embargo, expresó su rechazo a medidas para reforzar su seguridad que impliquen reducir el contacto personal con la gente. "Siempre existe el peligro de que un loco haga algo, pero la verdadera locura es poner un espacio blindado entre el obispo y el pueblo. Prefiero el riesgo a esa locura. La cercanía nos hace bien a todos", dijo en una oportunidad. El 13 de mayo de 1981, el terrorista turco Mehmet Ali Agca disparó varios tiros contra el entonces papa Juan Pablo II durante una audiencia general en la plaza San Pedro. El pontífice polaco, que fue gravemente herido, se salvó y el atacante fue condenado a cadena perpetua, aunque tras pasar 30 años en la cárcel, quedó en libertad a principios de 2010