En medio de un déficit en pesos récord y de una caja en dólares que se seca, el Gobierno ha decidido prvilegiar el arte. Más específicamente, su ministro de Planificación, Julio de Vido, quien, según informó el sitio eliminando variables, gastó más de 400 millones de pesos en obras de arte en los últimos 18 meses. Las piezas se estarían acumulando, explica esta web, "en el Centro Cultural Presidente Dr. Néstor Kirchner (Centro Cultural del Bicentenario), ubicado en el predio que ocupaba el palacio del Correo en pleno centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires". Eliminando variables explica la metodología de compra: "Hasta ahora, De Vido lleva 'invertidos' más de 427 millones de pesos gracias a un ingenioso programa camuflado como 'Programa 59', nombre en código del plan de 'Formulación y Ejecución de Políticas de Inclusión Digital'. Desde el 2013 y hasta comienzos de septiembre del 2014, ese programa, que es ejecutado por el ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, destinó un total de $427.326.413 en la compra de 'obras de arte' no especificadas". Luego, agrega que "el 'Programa 59' recibió en 2013 un total de $ 225.396.000, mientras que en lo que va del año, se gastaron $ 201.930.000 para la adquisición de obras cuyas descripciones, autores, tasaciones, criterios de compra y el lugar actual donde están siendo custodiadas, se desconocen por completo. Es decir, desde comienzos del año pasado, se destinaron más de 20 millones de pesos mensuales en la obtención de obras de arte para ese predio cultural aún en construcción". La nota adjunta copias de documentos de algunas de estas compras. Además, explica que desde 2008 a la fecha, el Estado lleva gastados en la remodelación "más de 1.753 millones de pesos". Y agregan que, por cómo están clasificados los gastos, "no hay ninguna duda que se tratan de obras de arte". Lo que sí se supone es que "semejante cantidad de dinero en obras de arte podría ser disfrutada en lo que será el Museo de Arte del Centro Cultural del Bicentenario, totalmente vidriado y suspendido como en un candelabro". La relación de De Vido con el arte, además de económica y de gestión, es familiar. Su pareja, Alessandra Minniceli, con quien compartió tareas laborales en Santa Cruz en los 80, es hija de reconocido artista que tiene museo con nombre propio en Río Gallegos.