Por Alejandro Bianchi

Otras cuatro muertes sospechosas, vinculadas a casos de corrupción, conmocionaron a la opinión pública en la democracia casi tanto como la muerte del fiscal Alberto Nisman.

UNA MUERTE CERCANA A YABRÁN

La primera fue la del brigadier Rodolfo Echegoyen en diciembre de 1990, a los pocos días de haber renunciado como director de Aduana. El exfuncionario, nombrado por Carlos Menem, estaba muy presionado por una investigación reservada por sospechas de tráfico de drogas que había iniciado sobre los depósitos fiscales a cargo de Edcadassa, la empresa conformada por el Grupo Yabrán y la Aeronáutica. 

En la tarde del 12 de diciembre -el mismo día en que su hijo Rodolfo Gabriel se casaba por civil- Echegoyen se despidió de su familia para reunirse con alguien que no identificó y en un lugar que no reveló. A las seis de la mañana del día siguiente (13 de diciembre), su yerno, José Alberto del Campo, y sus hijos José Ignacio y Rodolfo,lo encontraron muerto de un balazo en el estudio que compartía con Mario Folchi en la calle Arroyo 845.

El juez federal Roberto Marquevich, que tuvo a su cargo la causa, la cerró con premura; la reabrió brevemente a pedido de la familia y la archivó definitivamente como suicidio en abril de 1991. Los familiares del brigadier sospecharon que Echegoyen había sido asesinado y lograron reabrir el expediente seis años más tarde, en el juzgado de la doctora Silvia Nora Ramond, que había sido secretaria cuando el titular era Marquevich. Y continúan su lucha para establecer la verdad.

La diputada Patricia Bullrich contó hoy en radio Mitre que acompañó años atrás a los familiares de Echegoyen a hacer la denuncia en una comisaría en San Telmo para reabrir la causa. Mientras esperaban terminar el trámite, en la misma comisaría le dijeron que tenía un llamado. Del otro lado escuchó la frase: "Sabemos dónde tenés el auto estacionado", y le cortaron.

UN TESTIGO DEL TRÁFICO DE ARMAS

El 25 de agosto de 1998, el capitán de navío retirado, Horacio Estrada, apareció muerto en su departamento sobre la calle Arenales al 900. Estaba vinculado a la venta ilegal de armas a Ecuador. El "suicida" se había disparado un balazo con la mano derecha. Estrada, que había llegado al menemismo de la mano del secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, era zurdo.

El militar había sido indagado en la causa que llevaban el entonces fiscal federal Carlos Stornelli y el juez Jorge Urso por venta ilegal de armas a Ecuador. "No creo que la muerte de Estrada sea un suicidio. Ya ha muerto mucha gente vinculada con la causa", dijo en su momento el fiscal Stornelli.

SOSPECHADO DE COIMAS

En noviembre de ese mismo año, apareció colgado en una construcción abandonada en Ciudad Universitaria el empresario Marcelo Cattáneo, procesado por el juez Adolfo Bagnasco por ser señalado como uno de los que supuestamente repartió coimas en el caso IBM-Banco Nación. 

Los familiares dudaron del suicidio con razón. Aseguraron que la ropa con la que estaba vestido el cadáver no era de la víctima, y un último detalle macabro confirmó el suicidio inducido: el cuerpo tenía en la boca un recorte de diario sobre el caso IBM-Banco Nación.

UNA SECRETARIA QUE SABÍA DEMASIADO

El 4 de marzo de 2003, Lourdes Di Natale apareció muerta en la planta baja de su edificio. Supuestamente se tiró desde su departamento en el piso 10 en ropa interior y con un cuchillo en la mano. Había sido secretaria de Emir Yoma, cuñado de Carlos Menem. Gracias a su denuncia se inició la causa de venta ilegal de armas que puso preso a su exjefe y hasta al expresidente. 

A horas de conocerse la muerte del fiscal especial para la causa AMIA, Alberto Nisman, muchos se preguntan:¿será este el quinto caso?