Jueves 18 de Abril de 2024

Hoy es Jueves 18 de Abril de 2024 y son las 21:40 -

28 de febrero de 2015

Enfermedades maiceras bajo la lupa

En el INTA Pergamino, reconocidos especialistas y un heterogéneo grupo de asistentes pusieron analizaron los principales aspectos del diagnóstico y manejo de enfermedades de maíz.

Fueron dos jornadas intensas de trabajo en taller.INTA Pergamino abrió las puertas para que el intercambio entre disertantes y asistentes posibilitara seguir ampliando el conocimiento a un tema que cada vez va tomando mayor trascendencia como es el diagnóstico y manejo de enfermedades en el cultivo de maíz.

El cupo para participar del taller se cerró en 44 personas que representaron a un variadísimo espectro del mundo agropecuario. La presencia de laboratoristas, pasando por mejoradores, asesores e investigadores, posibilitó que el extenso recorrido que va desde la semilla, hasta la cosecha tuviera su momento, tanto en el trabajo en gabinete como así también en el momento en que se pudieron visitar los ensayos a campo.

“El intercambio fue desde cuestiones muy específicas hasta cómo reconocer síntomas. Observamos en lupa, material fresco, y también se habló de cómo manejar las enfermedades, cómo reducirlas para que no generen pérdidas de rendimiento”, manifestaba una de las organizadoras, Lucrecia Couretot al cabo de la reunión que fue pensada y llevada a cabo también por Liliana Parisi del INTA Pergamino; y Mercedes Scandiani de la firma Rizobacter Argentina SA.

“El balance es fue muy positivo, -prosiguió Couretot- creo que desde INTA se pudo mostrar un gran trabajo en equipo, y de parte de los disertantes tuvimos un gran apoyo, fueron solidarios en el sentido de brindarse con el público y poder aprender más, el intercambio fue muy valioso”.

El origen

La elección de temas para un taller de semejante envergadura no fue nada simple, y por ello se acordó trabajar en base a las diversas consultas que recepcionan habitualmente los técnicos de la institución.

A esos, se sumó la siembra de maíz en distintas fechas lo que conlleva a que “tenemos el maíz más tiempo en el campo, así surgen nuevas problemáticas, nuevas inquietudes a partir de las diferentes ambientes por los que atraviesa el cultivo”, aclaró Couretot.

La apertura de la jornada contó con la presencia del Director del INTA Pergamino, Omar Scheneiter, quien se dirigió a los presentes con el afán de instarlos a seguir trabajando en éstas problemáticas que afectan al sector y tras su alocución se puso en marcha la seguidilla de presentaciones e intercambios.

En crecimiento

Fue Alfredo Cirilo quien tuvo la responsabilidad de abrir el juego con el tema estados fenológicos del maíz, básicamente una puesta en común, fenológica, para definir los distintos componentes del crecimiento.

“Toda planta es una cosecha de radiación y la transformación de eso en crecimiento. No todo el crecimiento que se acumula en el ciclo termina en los granos, una proporción es la que va a grano y en maíz puede ser tan bueno como la mitad de todo lo que creció y tan malo como 0. El rendimiento es muy sensible a la interacción con el ambiente”, dijo en sus puntos más salientes Cirilo en diálogo con la prensa.

Entrenando el ojo

Monitorear es acompañar el ciclo del cultivo para detectar problemas sanitarios y allí poder definir las estrategias de manejo. Y es un tema que requiere de parámetros específicos.

En este sentido fue convocada la especialista salteña Cecilia Díaz, quien además de referirse a los tipos de muestreo, qué y cómo monitorear, tuvo otros momentos en los que disertó sobre podredumbres de raíz y tallo.

Díaz destacó que actualmente “tenemos un espectro muy grande de problemáticas en la zona foliar, por eso estos talleres son importantes para poder acordar cómo hacer cada cosa”.

Y en esa línea comentó que Aparecieron nuevas patologías por diferentes orígenes, que por ahí se puede confundir con problemas de estrés abióticos; también por problemas de derivas por herbicida que tiene sintomatología muy similar a problemas de origen bióticos por eso se necesita muchísimo entrenamiento”.

Al campo

El reconocimiento y recolección de enfermedades foliares a campo, se pudo llevar a cabo a pesar que las condiciones climatológicas en algún punto hicieron temer su realización. En este tema, como así también en la caracterización de síntomas y signos; y estimación de la severidad de enfermedades en gabinete, se presentó un panel que encabezaron: Norma FormentoLiliana ParisiLucrecia Couretot, y Cecilia Díaz.

El incremento y la importancia que adquirieron las distintas enfermedades en los últimos años y sumado a ello, la diferencia de las mismas en cada región, ha generado que tanto productores como asesores deban preocuparse por ese nuevo panorama y en ese sentido, Norma Formento destacó que las máximas preocupaciones hoy deben estar enfocadas en la roya del maíz; el tizón y actualmente de bacteriosis.

“Desde la Pampa al NOA hay una propuesta de híbridos de alto rendimiento y también con alguna susceptibilidad en las enfermedades y si las condiciones ambientales son propicias vamos a tener problemas, por eso vamos a tener que institucionalizar el monitoreo en el cultivo de maíz”,dijo la investigadora del INTA Paraná.

Formento destacó del taller que se pudo estimar la severidad real en hojas tanto en laboratorio como en campo, e instó a estar entrenados, pero además adelantó que por delante se vienen nuevos desafíos con nuevas problemáticas:

“Los países que tienen más hectáreas que Argentina están teniendo otras problemáticas como Mancha Ocular, pero al trabajar en eso hemos encontrado otras como Diplodia; y esa es una enfermedad preocupante, estamos viendo que no la estamos registrando en el cultivo, las encontramos en el rastrojo y si están allí es porque estuvieron en el cultivo.Y también nos preocupa el crecimiento de las podredumbre en tallos y raíces”.

Contra la bacteriosis, hay que rotar

Desde Córdoba, llegó Cristina Plazas, investigadora de la Universidad Católica Argentina quien aportó destacados datos en torno a bacteriosis en maíz.

La problemática tuvo su aparición hace algunos años y actualmente están registrándose mayor presencia con mayor severidad; y a eso se suma que ya son prácticamente la mayoría de los híbridos los que cuentan con la enfermedad.

“No teníamos problemas de bacterias en el país, y la realidad es que las empresas no se preocuparon por traer híbridos con resistencia, porque no se necesitaba. Hoy tenemos un panorama de híbridos que no tienen buena resistencia y esperemos que se comience a incorporar” indicó Plazas.

La profesional aclaró que la mejor manera de controlarlo es con resistencia ya que “una vez que tenemos bacteriosis, la única que nos queda es rotar el cultivo; el control químico es imposible por una cuestión de salud humana”.

Mirando las hojas

La apertura del segundo día estuvo dado también por un interesante panel que conformaron Lucrecia Couretot y Roberto De Rossi quienes abordaron el tema manejo de enfermedades foliares.

En ese sentido De Rossi remarcó que Roya y Tizón son las más importantes y en su presentación recomendó  un “manejo lo más integrado posible desde la elección de materiales hasta el último punto que podría ser la aplicación de fungicidas”.

Además, el especialista de la UCA Córdoba explicó que las dos enfermedades están muy relacionadas a lo ambiental. Pero además le dio una gran importancia la monitoreo ya que la mayoría de las consultas actuales llegan tardíamente por la falta de costumbre de hacer esa práctica como sí se la hace en otros cultivos.

En ese sentido planteó tener bien conformado un sistema de toma de decisión: “Hay que conocer el material, conocer el lote, conocer la zona, tener en cuenta las condiciones ambientales y afinar el seguimiento al menos cada diez días”.

Desde antes de llegar a la tierra

En la recta final de la reunión, Mercedes Scandiani planteó un tema de gran relevancia como es la patología en semillas.

La especialista de la empresa Rizobacter fue clara al comentar que nos encontramos ante una situación compleja y diversa puesto que  en maíz existen patógenos que no afectan la germinación y si no se realiza una prueba específica sobre ello, no se notará y terminará llevándose esa patología al campo.

En la charla, Scandiani planteó que “lo ideal sería contar con semillas sanas, en la realidad lo que tenemos es una situación con maíz con alta contaminación, sobre todo con fusarium. En Argentina las semillas se comercializan por índices como vigor o poder germinativo, pero no se hacen test de sanidad, no sabemos si las semillas están portando patógenos contaminantes del suelo o del cultivo. Tener una semilla de altísimo potencial 99% de vigor, 99% de poder germinativo y que tenga 90% de fusarium es como tener un 0km. sin frenos y que salga así de fábrica es tremendo”.

Buscando resistencia para enfermedades de espiga

La importancia de las enfermedades de la espiga se basa en parte con que su control químico es imposible y a ello se suma que no es una enfermedad observable externamente.

Por otro lado, los hongos causan pérdidas físicas del grano, traducido en pérdidas de rendimiento; y producen micotoxinas lo cual conlleva problemas para exportación, y fundamentalmente para la salud humana y animal.

Para abordar todos estos temas fue convocada Mariana Fernández quien comentó que desde el mejoramiento buscamos la resistencia genética a ésas enfermedades, y estamos muy cerca de lograrlo. La Red de Ensayos en la que trabajamos nos permite medir 32 cultivares, y nos vamos quedando con los más resistentes que son los que posteriormente vamos a recomendar si alguien quiere tomar estas tecnologías para sus cultivos”.

Más enfermedades, más cultivos

El taller se centró en las enfermedades de maíz y la repercusión fue realmente muy buena, la realización, la participación y el intercambio abrieron inmediatamente puertas a futuro y en esa línea esta reunión vuelve a tener la posibilidad de recuperar la continuidad que perdió durante 2014.

Tras su paso por Paraná, y Pergamino ya se vislumbra un posible nuevo encuentro el año próximo donde la sede podría llegar a ser Tucumán. Además de ello, Lucrecia Couretot comentó que la próxima semana se replicará este taller, un tanto más reducido, y exclusivo para agentes del INTA, dada la alta demanda sobre el tema.

Pero no todo queda allí, ya que la especialista del INTA Pergamino adelantó que existen pedidos puntuales para realizar talleres en otros cultivos como trigo, soja y cebada, “evaluaremos si contamos con el apoyo institucional y la cantidad de gente para poder llevarlo a cabo” sentenció Couretot.

COMPARTIR:

Comentarios