. Él no elegirá su candidato a vice. Por eso, como lo sabe, apoya a todos los que se mencionan. Wado de Pedro, Kicillof y porqué no al mismísimo Máximo Kirchner. Apoyarlos ahora es una manera de evitar que; cuando se lo impongan, disimular que; con tal de obtener la bendición presidencial cederá la vicepresidencia y los legisladores.

Si a Cristina esto le sale bien, tendrá un Presidente sin bloque propio o bien tendrá un bloque propio sin Presidente. No son pocos los que afirman que Scioli es dialoguista y diferente a Cristina. En realidad esta afirmación es absolutamente superficial. Nadie sabe si Scioli es dialoguista o es que el diálogo era un imperativo al que se sometía porque nunca tuvo mayoría absoluta en el Congreso bonaerense. O sea, nadie sabe si el dialoguismo del que presume Scioli es una realidad o es un imperativo impuesto por la imposibilidad de obtener resultados sin acuerdos. En otras palabras, una cosa es ser auténticamente dialoguista y otra muy distinta es dialogar porque no se tiene el poder de imponer solo las decisiones. Y esto, en Scioli, es un interrogante.

Al final, lo que nadie o pocos quieren creer quizás termine siendo la realidad. Scioli se cansó de afirmarlo, los kirchneristas no lo creían y la población no cristikirchnerista se aferraban a una imagen de apariencia más dialoguista. Hoy, Scioli descorrió el velo, casi sepultó el color naranja que lo identificaba para volver al celeste y blanco del Frente Para la Victoria. Se solidarizó con Máximo Kirchner respecto a la denuncia sobre supuestas cuentas de él en el exterior. Se muestra muy sonriente y apoya al Ministro Kicillof, mientras que no deja pasar oportunidad para sacarse una foto con otro referente de la Cámpora como es Wado de Pedro. Apoyo en la interna del Frente Para la Victoria de Capital Federal a Mariano Recalde, o sea, la Cámpora. También, según señalaron varios medios de comunicación (no desmentidos) usó sus contactos en la Justicia para tratar de que sus amigos en ese terreno no sean duros en la causa de Hotesur.

Esos medios señalaban, bajo el título “Scioli, un inesperado operador de Cristina en los Juzgados, lo siguiente:

“El fiscal Carlos Stornelli, ex ministro de Seguridad bonaerense, es uno de los nexos del gobernador con los jueces.”

“El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, está preocupado por el futuro judicial de Cristina Kirchner. Tanto es así, que en las últimas semanas se ocupó de hacer gestiones secretas para hacer saber en los tribunales cuál era su opinión respecto a dos de los expedientes más sensibles para la Presidenta: la denuncia de Alberto Nisman y el caso Hotesur.”

“La Casa Rosada está preocupada por el avance de esa investigación. El poder K se inquietó ante la posibilidad de que el juez de la causa, Claudio Bonadio, decida llamar a declaración indagatoria a uno de los involucrados en la pesquisa, Máximo Kirchner, el hijo presidencial. El magistrado aun está recolectando pruebas, pero en la Casa de Gobierno distintas versiones hicieron crecer el temor a que el primogénito K deba dar explicaciones en los tribunales.”

Esto último quedó casi confirmado por los hechos mismos, cuando hace dos días, la Defensa y, curiosamente la Fiscalía, pidieron la separación del Juez Bonadío del caso, señalando que no sería imparcial. No a pocos se les ocurrió pensar que los intentos de Scioli por ayudar de alguna manera a la Presidenta habrían fracasado. Otros, quizás más desconfiados o incluso un poco perversos, señalan que Scioli habría hecho esto solo para mostrarse útil para con la Presidenta en la espera de que esta resuelva darle todo el apoyo, pero que cuando este no se concretó habría dejado de alentar posiciones favorables en la causa Hotesur. De hecho, en un diario dicen que Scioli habría señalado… “El avance del expediente puede complicar mi carrera a la Presidencia”.

Lo cierto es que; Daniel Scioli hace lo imposible por obtener la bendición presidencial y absolutamente nada hace suponer que intente siquiera discutir a quien le pondrán como candidato a Vicepresidente o como se integrarán las listas de Diputados Nacionales. Así y todo, nada es seguro para él. Una gran parte de sus votantes independientes cree que Scioli es distinto y esa apreciación se puede desmoronar cuando termine con un candidato a vicepresidente ultrakirchnerista y una titularidad de la lista de Diputados Nacionales de igual denominación. A esta altura de las circunstancias Scioli cree que debe ser de amianto y de teflón. Quizás lo sea, pero los independientes pueden castigarlo y si tiene un gesto de independencia sobre la aceptación del liderazgo de Cristina, cual Cámpora a Perón, puede quedarse también muy afectado en ese 20/25% de kirchnerismo puro que apoyará a quien la líder designe. O sea, el teflón se raya y el amianto se vence. Y en eso todo es posible, incluso que se eleve a la máxima potencia el acompañamiento de Máximo Kirchner en la lista de Scioli. Si eso sucede, no tendrá bloque propio y muy probablemente los independientes que miran con afecto a Scioli pueden salir disparados hacia el Frente Renovador o el PRO.

Lic. Rodolfo Patricio Florido

[email protected]