Luego de su viaje por Jerusalén y Roma, donde fue recibido por el Santo Padre, el Cura Párroco Gabriel Ghiraldini dialogó, respondiendo un extenso cuestionario. 

Casi dos años en la Comunidad

Para conocer a la comunidad el tiempo aun es poco, si bien ha pasado rápido y se han hecho muchas cosas, recién entre el segundo y el tercer año uno le va tomando el pulso a la comunidad, conociendo a las personas y recién ahí se pueden tomar decisiones más de fondo. Conocer como marcha la catequesis, conocer la juventud, los problemas del lugar. Hay proyectos que quisiera ponerlos ya en marcha, pero no se puede.

El eje de su mandato

El proyecto es unirnos en Cristo. Vivir la fe en Cristo y tratar de formar comunidad. Lograr que esto sea como su segunda familia, su casa, su segundo hogar. O a veces su primer hogar. Una comunidad que celebre la fe, la trasmita y la viva en la caridad. Porque sino no tendría sentido, celebrar y después no llevarla a la práctica. Vivirla cada día a través de acciones como la Catequesis, Cáritas, la juventud, los matrimonios, la educación y ojalá que llegue también con la política y las instituciones. Lo hemos tratado de hacer con la visita Pastoral pero lógicamente es un camino largo.

Jóvenes en la Peregrinación

En la última peregrinación se unió una acción providencial. Las hermanas de La Tribu (de La Caridad) que estuvieron tantos años y hoy están en el Sur del gran Buenos Aires, quisieron hacer un encuentro de su grupo juvenil acá. Entonces vinieron más de 40 jóvenes; eso nos motivó para recibirlos y sumado a los jóvenes de acá logramos una convivencia a la tarde y después lo completamos con la Peregrinación. A veces es bueno escuchar, que desde afuera te digan “esto me llamó la atención”. Ese es otro punto importante de la comunidad, lo que dice el Papa Francisco de salir, abrirse. Impulsar la evangelización.

La visita pastoral del Obispo

En general el Obispo debería recorrer. Monseñor Martín acá en la Diócesis lo hace. Corresponde que cada cinco años recorra todo. De hecho, cada cinco años luego de la Conferencia Episcopal de cada país, se realiza lo que se llama la visita Ad limina al Santo Padre, para cada uno proponer, mostrar lo que hace al Papa. El Obispo hace de enlace.

Pobreza y drogadicción

Tengo una visión de lo que escucho, lo que converso con un joven, con un policía, con el maestro y con todos los referentes. Y la droga es un problema que va creciendo en todas partes. Hay gente que trabaja para ayudar, después hay que ver si eso es suficiente o si todavía falta entrelazarnos en el trabajo de las instituciones. Se puede ir paliando alguna cosa, pero si no se trabaja más de arriba y con decisiones políticas importantes no solamente del Municipio sino también a nivel Nacional.

La pobreza también, todos somos responsables. Tal vez es más fácil trabajar con la pobreza y el empleo. Uno puede ayudar.

Jerusalén y el Papa Francisco

Personalmente no lo conocía, había estado en una Misa donde él consagró a un Obispo en Añatuya, pero era muy vago el recuerdo.

El viaje en realidad se dio porque el año pasado cumplí 25 años de Sacerdote y con ese motivo, un matrimonio de la zona de Capilla del Señor que conozco desde hace muchos años, me obsequió un viaje a Jerusalén. Nunca había ido a Tierra Santa y la verdad que emociona, saber que por ahí pasó Jesús. Aunque yo a la gente le digo, es verdad Jesús vivió allí parte de su vida, pero nada suple ni es más importante que la Eucaristía de los domingos, porque lo recibo a Jesús hoy, esa es nuestra Fe.

Después de ahí fui a ver a mi hermana en España que es Carmelita y como no pueden salir, cada tanto voy a visitarla. Y luego estuve cinco días en Roma porque ahí tengo otra hermana. Y bueno, así como pude saludar a Juan Pablo II, pude estirar la mano y saludar a Benedicto XVI cuando pasaba en el Papa Móvil, ahora mi acto de fe era verlo a Francisco, que es el Vicario de Dios en la tierra. Esto con la posibilidad que tiene este Papa con la Misa de Santa Marta para un grupo de gente, donde después de la Misa saluda a uno por uno. Esto ocurrió el jueves 19 de febrero después del miércoles de ceniza. Seriamos 50 personas, 14 Sacerdotes y el resto Laicos. Es una capillita moderna, de la mitad del tamaño nuestra parroquia. Después de la Misa, a la salida me recibió un minuto y medio o dos minutos aproximadamente, donde pude decirle lo que me salió. Le expresé de donde venía, que era Argentino; él conoce a una de mis hermanas así que le recordé eso, y enseguida me dijo que se acordaba. Las dos cosas que me sorprendieron fueron, la alegría y la espontaneidad que tenía y la memoria.

El mensaje del Papa a la Comunidad

Le mostré al Papa un folleto que llevamos a los barrios cuando se realizó la novena de la última fiesta patronal. Ese folleto tenía en la tapa una imagen del Papa, adentro frases por la familia y en la contratapa una oración por el sínodo de la familia que comenzó el año pasado y se realizará este año. Cuando lo vio me dijo “adelante con esto”, el mensaje de seguir trabajando con la familia. Es cierto que a todo esto, detrás del Papa había un Sacerdote haciendo señas y diciendo “basta!”.

La verdad para mí fue una gracia encontrarme con el Santo Padre y me genera más compromiso, tratar de llevar adelante la tarea de lo que él quiere para la Iglesia de hoy.

La preparación de la Cuaresma

Dado que estuve de viaje y regresé hace dos semanas, este año no pude preparar antes la Cuaresma. Aunque acá hay una cosa importante de cuando la comunidad empieza a llevar un ritmo, porque cosas que iniciamos el año pasado como por ejemplo la visita de Jesús Misericordioso a las casas y los barrios, cuadritos que fueron bendecidos por el Padre Roberto. Gracias al trabajo del año pasado ahora ya casi que se encauzó solo. Después, algunas cosas de otros años no se pudieron hacer.

Reflexión para la Pascua

Aprovechando el concepto de que el Papa le está dando una imagen y una cercanía a la Iglesia, algo que uno nota al misionar cuando lleva una imagen de Francisco, es una entrada imposible de rechazar. Es una puerta abierta pero no necesariamente eso genera una participación de la gente en la Iglesia, la gente no se ha volcado masivamente. No se traduce en una participación. Por eso, yo tomo las palabras del Papa y hablo de la cultura del encuentro, encontrarme con Jesucristo, más allá del Sacerdote o de la Religiosa. Y la Cuaresma es esa preparación porque me voy a encontrar con Jesús resucitado. Por eso tenemos que lograr la conversión, el cambio de vida, dejarnos iluminar y no dejar de lado este encuentro. El Papa Juan Pablo II decía “abran de par en par las puertas del corazón a Cristo”. Y bueno, a través de este llamado, invito a la Comunidad toda, al que está cerca y al que se siente lejos, a que busque encontrarse con Cristo.

CREDITO: Periodico Impacto Toldense