Jorge Gaguini confesó haber sepultado a Blanca Provenza, de 90 años, hace un año en el patio de su casa en Santa Rosa de Lonlara, provincia de San Luis. Foto: RA / Infomerlo

Un hombre que vive en la localidad de Santa Rosa del Conlara, en la provincia de San Luis, admitió en las últimas horas haber enterrado en el patio de su vivienda a su suegra de 90 años, al no poder afrontar el costo de un sepelio.

El hallazgo del cuerpo en la propiedad ubicada sobre la Ruta Provincial N° 5, en dirección a Villa de Merlo, ocurrió luego de que Jorge Gaguini, de 69 años, se presentara ante una oficina del Registro Civil local a solicitar el certificado de defunción de su suegra. Su declaración desató un procedimiento policial de urgencia que confirmó el descubrimiento de restos humanos enterrados en el jardín de su casa.

El cuerpo pertenece a Blanca Provenza, una mujer de 90 años que, según Gaguini, falleció por causas naturales hace aproximadamente un año. En su testimonio, el hombre aseguró que decidió enterrarla él mismo por no contar con dinero suficiente para afrontar los costos de un sepelio tradicional. “Yo duermo tranquilo desde el día que la enterré”, afirmó ante los medios. “Fue la única decisión que podíamos tomar”, agregó, señalando que la determinación fue consensuada con su esposa, hija de la fallecida.

La situación generó la intervención de la Justicia. El fiscal Marcelo Saldaño fue quien ordenó el allanamiento de la vivienda por parte de la División Homicidios de la Policía de la provincia de San Luis, acompañada por Bomberos y efectivos de la Comisaría 23. El propio Gaguini indicó el sitio exacto donde había cavado un pozo de dos metros para depositar el cuerpo envuelto de la suegra. La escena fue preservada para realizar pericias y trasladar los restos a la Morgue Judicial, donde se realizará la autopsia.

Aunque el relato del yerno sostiene que la muerte ocurrió por vejez, la Justicia no descarta ninguna hipótesis. La autopsia será fundamental para establecer con certeza la causa de muerte, el tiempo que el cuerpo llevaba enterrado y la identidad fehaciente de la víctima.

Desde la fiscalía se analiza si el hecho podría encuadrar en alguna figura penal, como la inhumación ilegal de un cadáver, el ocultamiento de información o incluso fraude, ya que durante este tiempo Gaguini habría continuado percibiendo la jubilación de su suegra. Esa conducta, sumada a la omisión de notificar el fallecimiento a las autoridades, generó un cuadro de presuntas irregularidades que ahora están bajo investigación.

Tanto Gaguini como su esposa quedaron demorados y a disposición de la Justicia, aunque hasta el momento no se dictaron medidas privativas de la libertad.